Por:
Santiago Córdoba Henao
En
un país como Colombia, donde se produce una gran parte del narcotráfico
mundial, ha existido un sinnúmero de personajes que protagonizan esa
problemática que hasta hoy sigue reflejando consecuencias como los miles de
muertos, la cantidad de desplazamientos por parte de los grupos guerrilleros
como las FARC y ELN que tomaron gran
poder en las zonas rurales de Colombia, al igual que los grupos paramilitares
conocidos como AUC y demás grupos subversivos que se apropiaron de miles de
hectáreas pertenecientes legalmente a los ganaderos de esas zonas.
Foto: vox-populi.com |
Todos
esos grupos al igual que los conocidos carteles utilizaron una herramienta muy
efectiva para poder financiar sus gastos, expandir su gremio e influir en la
sociedad del pueblo colombiano, su herramienta era el tráfico de marihuana a
los Estados Unidos pero con los años los gringos pedían una sustancia de mayor
satisfacción para su adicción, la cocaína; así, se creó en Colombia el negocio
más próspero para quienes buscaban dinero fácil y los grupos al margen de la
ley seguían creciendo con un poder capital y con un número de personas cada vez
más creciente.
Foto: radiosantafe.com |
No
conformes con las ganancias que dejaba el narcotráfico, algunos grupos
guerrilleros optaron por secuestrar gente que tenía riqueza en ganado, en
cultivos y otros. Un secuestro muy recordado para esta historia y que además
nos remonta al inicio del paramilitarismo se da por parte del M-19 con el
secuestro de Marta Nieves Ochoa, hija de Fabio Ochoa quien era un caballista
reconocido en Antioquia y hermana Jorge, Juan David y Fabio Ochoa, socios de
Pablo Escobar en el tráfico de drogas; es en este momento cuando el Cartel de
Medellín decide crear el MAS (Muerte a secuestradores), un grupo que aniquiló
cientos de guerrilleros de ese grupo subversivo.
Mientras
en las selvas de Colombia seguían creciendo los laboratorios de cocaína, las
FARC negociaban un acuerdo con el gobierno del Presidente Belisario Betancur,
quien llegó al mandato en 1982 y le dio la oportunidad al grupo guerrillero de
crear su propio partido que fue denominado Unión Patriótica. Para la época, ya
había tomado gran fuerza el grupo paramilitar ACCU (Autodefensas Campesinas de
Córdoba y Urabá) con los hermanos Carlos, Fidel y Vicente Castaño a la cabeza y
con su ideología de “hacer patria” exterminaron con cientos de simpatizantes de
izquierda y con los líderes de la UP como concejales, alcaldes, gobernadores,
hasta candidatos presidenciales como Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo
Ossa.
Foto: minuto30.com |
Es
tan impactante la capacidad que tiene el tráfico de estupefacientes que permite
conseguir el dinero suficiente para que los personajes con ganas de poder
logren incursionar en política camuflados por sus discursos de obras sociales
como lo logró hacer Pablo Escobar, quien con sus ayudas a los más necesitados
de Medellín logró gran popularidad y simpatía por las personas que le
permitieron con su voto llegar al Congreso de la República en 1982 como segundo
en la lista del liberal Jairo Ortega por Antioquia. En este hecho que no
compartían mucho sus socios del cartel de Medellín porque sería un episodio que
iba a desenmascarar sus acciones tomó partido el Ministro de Justicia, Rodrigo
Lara Bonilla cuando acusaba con pruebas al congresista antioqueño de
financiarse con narcotráfico y actividades ilícitas para lograr su popularidad
y llegar a hacer parte del Poder Legislativo; esas acusaciones sentenciaron al
ministro a su muerte el 30 de abril de 1984 en la ciudad de Bogotá.
Con
ese hecho, los carteles de la drogan le declaraban la guerra al Estado y la
persecución por parte de las autoridades crecía cada vez más con el fin de
atrapar a los capos de la droga. Esa persecución fue la que llevó a la captura
de Carlos Ledher Rivas el 4 de febrero de 1987 en una finca de Guarne-
Antioquia, otro peso pesado del cartel de Medellín que también participó en
política y aspiró ser gobernador de su departamento natal Quindío, manejando un
discurso en contra de la extradición de nacionales a las cárceles de los Estados
Unidos pero siendo la primer colombiano en ser extraditado al otro día de su
captura, que además es cuestionada por la posible acusación de sus mismos
socios para que este fuera detenido.
Foto: elspectador.com |
Se
conocieron alianzas entre las ACCU y los carteles de la droga que buscaban
acabar con la izquierda colombiana y con secuestros atribuidos a los grupos de
esa ideología. La guerra era evidente entre ACCU y FARC, ACCU y M-19, ACCU y
EPL. Pero el punto de quiebre de las relaciones entre el grupo encabezado por los
Hermanos Castaño y el Cartel de Medellín se genera cuando asesinan a los
candidatos presidenciales Carlos Pizarro León Gómez del partido M-19 que ya
había entregado sus armas en 1990 y el asesinato en un aeropuerto de Bernardo
Jaramillo Ossa; en esos momentos, el cartel es acusado de las muertes ordenadas
por Carlos Castaño Gil y se genera otra de las guerras más significantes que
han tenido los grupos al margen de la ley en Colombia.
Con
esa enemistad entre Cartel de Medellín y ACCU, el Gobierno Nacional aprovecha
la influencia del grupo paramilitar en el país y militares que querían la
cabeza del máximo jefe Pablo Escobar, crean una mesa del diablo para
perseguirlo y atraparlo vivo o muerto y lo logran; con LOS PEPES (Perseguidos
por Pablo Escobar), con la ayuda de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez
Orejuela de Cali, derriban la estructura del capo de Medellín y este es
aniquilado en un techo de una casa en el Barrio Los Olivos de Medellín el 2 de
diciembre de 1993.
Foto: lafm.com.co |
La
esperanza del gobierno de César Gaviria por atrapar los grandes del
narcotráfico crece cada día y ahora van por el Cartel de Cali, pero logran un
acuerdo con ellos y estos se entregan a las autoridades recibiendo beneficios
en el pago de sus condenas y comodidades en sus celdas. Los hermanos Orejuela,
deciden terminar su negocio y quedarse con el dinero conseguido en los años de
negocio de drogas y se reúnen con un cartel que surgía por esos años, el Cartel
del Norte del Valle; en la reunión los jefes del Cartel de Cali piden a Orlando
Henao, Alias “El hombre del overol”, máximo jefe del Cartel del Norte que cese
el tráfico de drogas y dejen la guerra pero la idea no era muy favorable para
quienes apenas comenzaban en el negocio porque aún no tenían el poder dinero
que aspiraban. Así se creó otra guerra.
La
guerra cazada entre estos dos carteles dejó una gran cantidad de muertos, entre
ellos los familiares de los integrantes de ambos grupos, sus escoltas, sus
contadores, y quienes trabajaban para ellos. Para estos días, el grupo que
lideraba Fidel Castaño Gil tuvo sus diferencias entre los mismos hermanos
porque para el menor de ellos, Carlos Castaño, trabajar con drogas para
financiarse era traicionar sus ideologías y hacer lo mismo que sus enemigos
quienes comercializan cocaína para sobrevivir en la lucha; fue una de esas diferencias
las que llevaron a Carlos a ordenar la muerte de Fidel el 6 de enero de 1994
para convertirse en el máximo líder de
lo que se llamaría ahora AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).
Foto: semana.com |
El
narcotráfico permeó el mayor escándalo político en la historia de Colombia un
día después de la posesión Ernesto Samper como presidente de Colombia el 8 de
agosto de 1994 cuando se revelaron los narcocasetes que dejaron ver a la luz
pública conversaciones de los Hermanos Orejuela y personas que coordinaban la
campaña Samper Presidente. Con este
hecho se produjo el conocido Proceso
8.000 que llevó a Samper a defenderse más que a gobernar en su periodo como
máximo mandatario de Colombia.
Así,
ha habido muchos escándalos en la política que ponen en duda a los personajes
que nos gobiernan por sus posibles relaciones con estos personajes; pasó con
Álvaro Uribe cuando llegó a la Presidencia en 2002 supuestamente financiado por
dinero de Diego Fernando Murillo Bejarano “Alias Don Berna”, quien Salió en una
entrevista haciendo acusaciones contra el expresidente que además es acusado de
colaborar con el paramilitarismo pero no se le ha acusado nada judicialmente.
Es
una guerra entre política, carteles, grupos guerrilleros y grupos paramilitares;
unos negocian, otros se declaran la guerra y otros simplemente no hacen nada
pero siguen en su negocio, un negocio que deja múltiples consecuencias y mucho
por contar e investigar.